La noche está de maratón, va de carrera y quiere acabar cuanto antes, yo le pido al reloj que no avance, que silencie un poco el minutero que con tanto estruendo temo que llegue a despertarte, morfeo se ha apoderado de tu cuerpo y solo le inyectas calma a mi habitación con cada exhalo de olor a infinito que arroja tu cuerpo.
Una hora, dos caricias,tres horas, cuatro besos repentinos me has regalado con tus ojos llenos de mar aún cerrados, cinco dedos deslizó suavemente sobre tus mejillas, seis horas ya...noche,acércate, comparte conmigo la calidez del aliento de esta pieza de arte que la vida me dio y entonces allí, decidirás al igual que yo, quedarte congelada para besarle hasta las mayúsculas.
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