viernes, 16 de agosto de 2019




La noche se acerca con tu nombre como bandera, la luna, insolente, me recuerda tu compañía, tu risa de crepúsculo y tu olor a café.

Siento perder el control de mi cuerpo, de mi alma, de mi boca, es mi ser, deseando en todos los planos, en todas las vidas,estar contigo, estar en ti.

Me tiembla la voz cuando hablo de ti, me fallan las manos cuando escribo acerca de nuestra historia, el corazón corre a toda prisa cuando te acercas y la boca, muere por ser eterna entre tus labios rotos, entre tu cuerpo entero.

El tiempo me castiga, se vuelve anciano, lento, incapaz, cada que no estás conmigo, ven, vuelve locos a todos los relojes, rompe los segundos, desgarra los minutos y dame de cenar horas en tu piel.

Te confieso que hay días en que pierdo el juicio y la vida tan aburrida, deja de importarme, quiero ir a la playa y poner mis pies junto a los tuyos, tan cerca, rozándose y bailando sin parar, hasta que se vuelvan una sola huella sobre el mar.

Me estoy dejando en cada letra para ti, cada verso de amor trae tu nombre y le puse tu apellido a cada metáfora de una vida feliz, me pierdo de todo contigo, me encuentro conmigo mismo, en ti, ¿podría ser esto más contradictorio? ¿más inexplicable? ¿más fantasioso? ¿más real? ¿podría amarte más de lo que ya te amo?, da igual, a todas mis preguntas encuentro respuesta en tu cuerpo desnudo, danzando libre por nuestro mismo cielo.

Que suerte, de este mundo tan grande, de esta vida tan corta, el destino decidió cruzarnos y nuestras miradas decidieron no evitarse, perdí la mentira en tu oído, gané la valentía en tu pecho, soñé despierto en tus noches, morí cuando prometiste darme una nueva vida y ahora como gozo desde cero con mi nuevo renacer, resurgí y disfruto de una nueva infancia, corriendo entre párrafos y gritando mi amor por respirar, mi amor por tus colores, mi amor por las estrellas, mi amor por tus letras, mi amor por amar, mi amor por ti, mi amor.

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