Veo tu espalda
La misma que recorrí con mis dedos lujuriosos
Esa que devoré sin artarme.
Te veo
Veo tu cabello
El mismo que enredé ente mis versos
Ese que ví morir en mi ducha.
Te veo
Veo tu cintura
La misma que reclamé entre mis manos firmes
Esa que me hacía animal.
Te veo
Veo tus pies
Los mismos que protegí en las noches frías
Esos que ahora no se detienen.
Te veo
No veo tus ojos
Esos por los que juré perder la razón
Esos que ahora no giran a verme.
Te veo
¿Me ves?
Soy ese que dejas atrás
Y en lugar de gritar, escribe.